Consiste en la infiltración de factores de crecimiento autólogos que se obtienen de las plaquetas de la propia paciente. Es un preparado no tóxico y no alérgico, cuya función está ligada a la liberación de los factores de crecimiento que están en las propias plaquetas.
El plasma rico en plaquetas permite una regeneración absoluta de la dermis logrando, a través de los factores de crecimiento, actuar positivamente sobre la involución celular que provoca el envejecimiento.
Asimismo se utiliza en otras especialidades para estimular la reparación y regeneración de tejidos dañados o heridas.
En Medicina Estética sus aplicaciones principales son, en primer lugar, el rejuvenecimiento cutáneo seguido de otras indicaciones como la celulitis, el acné, las cicatrices, la alopecia y como coadyuvante en tratamientos de radiofrecuencia, peelings y láseres.
Se aplica (previa anestesia local regional generalmente en crema) a través de múltiples infiltraciones distribuidas por todo el rostro.
El efecto máximo se visualiza a los 3 meses. Se recomienda realizar este procedimiento dos veces al año.