El uso de la acupuntura en China data de aproximadamente 5.000 años. Constituye una de las más importantes aportaciones de la Medicina Tradicional China a occidente. Está basada en la energía de los 12 meridianos.
Su aplicación está relacionada con la búsqueda del equilibrio energético del ser humano a través de la Energía Qi (circulación de la Energía Vital), de la Teoría Yin/Yang (equilibrio de energías opuestas) y de la Teoría de las Emociones y de los 5 Elementos (madera, fuego, tierra, agua y metal) para estimular las habilidades del cuerpo a resistir y vencer las enfermedades y las condiciones adversas, corrigiendo los desequilibrios.
El tratamiento consiste en insertar en la piel agujas de acupuntura muy finas y estériles de un solo uso en los canales de energía que circulan por todo el cuerpo humano, buscando armonizar los desequilibrios energéticos provocados por las enfermedades.
La acupuntura es compatible con todos los tratamientos de la medicina occidental. La frecuencia de las sesiones depende de la enfermedad a tratar.
Hay diferentes técnicas para abordar el paciente:
Podemos actuar en diferentes patologías concomitantemente al tratamiento médico tradicional occidental. Alguna de ellas:
La acupuntura es compatible con todos los tratamientos de la medicina occidental. Tratamientos incorrectos, con material inadecuado o profesionales de la salud titularizados no especializados pueden provocar complicaciones graves como neumotórax, taponamiento cardíaco, lesiones nerviosas o lesiones de la médula espinal, infecciones del tracto urinario, endocarditis bacteriana, hepatitis y otros.
La acupuntura representa un método de tratamiento más natural, menos agresivo y con menos interferencias en los procesos fisiológicos del cuerpo. Ejerce un papel importante en coordinación con las terapias convencionales y se obtienen resultados muy satisfactorios en un período relativamente corto.